MÁS DE TRES DÉCADAS DEL PARQUE NATURAL CABO DE GATA-NÍJAR
Como en otros relatos, Pepe está convencido de que la declaración del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar supuso un antes y un después en el reclamo turístico de este espacio, reclamo no siempre bien comprendido.
Pepe Pérez comienza la entrevista indicándome que en Cabo de Gata los guardas del servicio de medio ambiente eran conocidos como los pajareros, por aquello del cuidado y la atención a las colonias de flamencos del humedal de las salinas.
En su relato, repleto de elementos didácticos, plantea que resultaba imprescindible una fase de información a la población, fase que no siempre fue comprendida.
Como en otros relatos, Pepe está convencido de que la declaración del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar supuso un antes y un después en el reclamo turístico de este espacio, reclamo no siempre bien comprendido.
Del mismo modo, José habla de una época dorada, aquella en la que al incumplimiento de la normativa medioambiental le sucedían medidas sancionadoras efectivas.
También encontramos referencias a la presión sobre el medio de la pesca furtiva, recordando episodios de furtivismo relacionados con grupos organizados de pescadores submarinos belgas y franceses.
Pregunto a Pepe sobre el balance de estas más de tres décadas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Su respuesta es de satisfacción personal, no olvidando en ningún momento la labor de otros compañeros, algunos de ellos en activo.
Por último, este hombre de Los Vélez que ya es un cabogatero más, subraya lo importante que es ejercer la conservación medioambiental como residente del espacio protegido.