Ángel reivindica el reconocimiento de personas que han tenido una función social en Cabo de Gata.

Ángel ha trabajado durante años en Michelín, el centro de pruebas de neumáticos que la empresa francesa localizada un la superficie que primero alquila José González Montoya y que, más tarde, vende su esposa Francisca Díaz, la famosa Doña Paquita.
A las preguntas por su paso por la empresa francesa, Ángel responde con preguntas concretas y, en ocasiones, sucintas.
Sin embargo, a Ángel se le ilumina el rostro cuando se refiere al calor de su hogar familiar, el calor que ofrecía esa panadería en la que trabajaron sus padres y hermanos.
Ángel reivindica el reconocimiento de personas que han tenido una función social en Cabo de Gata. Con esta vocación se refiere a Anica la comadrona, a los padres Jorge y Mariano, también al maestro don Ramón o a Manuel “el Rabiate”, ese hombre con memoria de cronista oficial.

El relato de Ángel nos permite conocer el parecer de los habitantes de Cabo de Gata que vivieron la declaración del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, también la impresión que aquel niño le produjo el Campeonato del Mundo de Pesca Submarina de 1961.
Ángel muestra su admiración por la mirada de fotógrafos como Falces, Pérez Siquier y Mellado, el sobrino del practicante de Cabo de Gata.
Cuando Ángel me facilitó su base de datos fotográfica le indiqué que era mucha la confianza depositada en quien esto escribe. Su respuesta resultó tan implacable y convincente como su relato, indicando que se llevará una gran decepción si no se cumplía su expectativa.
Uno espera que en el uso de las fotografías que me confía Ángel observe un gesto de mi gratitud ante una generosidad que entiendo infinita.

Manuel C. Rodríguez Rodríguez. Dirección-Documentación-Guion de la serie documental «La Memoria del Cabo»